jueves, 20 de octubre de 2011

20-10-20

Una vida es algo tremendamente amplio, y, a la vez increíblemente corto y paradójico. Cuántas veces hemos deseado que los buenos momentos fueran interminables y que los malos días pasaran rápido, y sin embargo, contra todo pronóstico, resulta ser al revés: los buenos momentos pasan como estrellas fugaces a veces nuestra desdicha parece eterna. No obstante, todo queda, tanto tiempo como podamos recordarlo y siempre hay que mirar atrás, porque, aunque a veces no nos guste lo que veamos, seguro que hay cosas que nos sacan una sonrisa. Y las sonrisas inesperadas, son las mejores.

Los años pasan y dejan sus huellas. En nosotros y los que nos rodean. Y es como el tiempo. A veces es como el sol en un día de primavera, que te deja un sutil bronceado, que a otros, por desgracia les quema totalmente, un frio día de invierno que te deje la nariz sonrosada o un día de viento en el que te sientas el rey del mundo. Todo es menos si se afronta con una sonrisa.

Y aquí estamos, un año más, a pesar de todo.

¿Sabes? En uno de los primeros cumpleaños que hicimos, apenas nos conocíamos, tú me regalaste una bola. Y esa bola estaba inspirado en otro regalo de hace mucho, mucho tiempo. Es uno de los regalos que conservo con más cariño. ¡Y mira que ha habido regalos! Pero sin hacer menos a los demás… Porque aunque la foto sea antigua, relativamente, y tengamos una pinta curiosa xD, es un regalo que significó mucho para mí. Fue un Carnaval hace ya algunos años… y vino acompañado de una carta preciosa. Aún hoy, cuando la leo se me saltan las lágrimas.

Pase lo que pase, siempre has sido una persona muy importante en mi vida. Aunque hayamos tenido nuestros más y nuestros menos. Pero es algo en lo que no tengo dudas. Me cuesta no ponerme a llorar recordando algunas de las conversaciones que hemos tenido estos años. Porque aunque ha habido momentos duros también había conversaciones de madrugada, o en el msn o en el móvil que hacían que las cosas se vieran de otra forma.

Por supuesto hace mucho de eso y anda que no ha cambiado todo. Ahora hay muchas cosas que son muy diferentes. Pero la esencia de las cosas, su interior, quiero creer que siempre permanece. Imperturbable y que puede ser recuperada.

Y qué quiero decir con todo esto. Pues ni más ni menos que desearte un muy feliz cumpleaños. Porque te lo mereces. Lamento no poder estar mañana, bueno hoy xD, contigo. No obstante, lo celebraremos, y espero que sea un día que, al pasar los años recuerdes con una sonrisa. Y que aunque fuera fugaz o breve, haga que tengas un recuerdo feliz más. De los que inclinan la balanza de verdad.

Y recuerda, un minuto SIEMPRE marca la diferencia.

Adoro esta sesión de fotos. Debería comprar más gorritos de fiesta :P

FELIZ VEINTE CUMPLEAÑOS

Ini

miércoles, 12 de octubre de 2011

Gauntlgrym

Terminé Gauntlgrym hace ya un tiempo, pero desde hace un tiempo, no considero que haya terminado un libro hasta que hago un informe del mismo. Bien, pues ya está, terminado el informe, solo me queda corregirlo. Me han podido las ganas de poner el post xD

Cada vez que termino un libro de Reinos Olvidados tengo una extraña sensación agridulce. Sobre todo si es de Drizzt. Me encanta el sentimiento de abrir uno de estos libros por primera vez, sientes un extraño hormigueo en los dedos que te dice “oh, vamos, date prisa, ponte cómoda y vamos”. Pero no, hay que elegir una banda sonora. Me gusta mucho leer con música de fondo pero tiene que ser la adecuada. Para Gauntlgrym he elegido la banda sonora del rey Arturo por Hans Zimmer, y en ocasiones Faun, porque me gusta el tono celta épico para este tipo de libros.

Con diferencia mis libros favoritos de la saga de Drizzt son los primeros, seguidos de cerca por los últimos, la trilogía de Transiciones. Antes pensaba que Transiciones cerraba una etapa de libros, y así era, pero creo que la etapa definitiva está cerrada con este libro. Y me ha gustado mucho. Como lectura, la verdad es que es un gran choque, pues es un Drizzt muy diferente al que Salvatore nos ha ido acostumbrando a lo largo de la saga.

¡Y además, tengo muchas ganas de ver que va a pasar aquí! El libro, estaba más centrado en otros personajes y tramas que directamente en Drizzt, aunque sus reflexiones han estado presentes en los comienzos de parte. Las tramas entrelazadas son algo que se da mucho en sus libros y me gusta, además, los personajes principales, a los que tanto cariño has cogido, van muriendo, y otros van tomando su lugar y tienes que darte un tiempo para conocerlos.

Además, no he podido evitar llegar al final aun sabiendo lo que iba a pasar, porque tengo las manos inquietas y voy al final del libro como, y quedarme impasible. Es, a mi parecer una de las escenas más tristes sí, pero también de las más bonitas.

Os dejo con mis escenas favoritas. Y las citas.

“-¿Ha cruzado la raya nuestro amigo?- preguntó el drow (Jarlaxle)

-¿De qué raya me estás hablando?

-Combate con más… furia de la que recuerdo –dijo Jarlaxle.

-Ya lleva tiempo asi.

-Desde la pérdida de Catti-Brie y Regis.

[…] -Sin embargo, ¿ha cruzado esa raya? –preguntó de nuevo, volviéndose hacia Bruenor-. ¿Se ha lanzado a un combate que no debería haber empezado?¿Ha dado muestras de no tener clemencia con alguien que la mereciera?¿Ha permitido que fuera su rabia y no su conciencia la que controlara sus espadas?

Bruenor lo miró fijamente, todavía perplejo.

-Tu vacilación me asusta –dijo el elfo oscuro.

-No –respondió Bruenor-, pero tal vez se esté acercando.”

“Eso fue lo que dijiste, allá en el Cutlass. Así te describiste: “Alguien que no ha podido cambiar nada”. –Jarlaxle cerró los ojos y finalmente lo soltó, apartándose de él-. ¿De verdad crees eso? –preguntó más calmado-. La verdad…, tu verdad. Crees que nunca has cambiado nada?

-Tal vez no haya nada que cambiar –replicó Drizzt como si estuviera escupiendo cada palabra.

[…] Drizzt dio un bufido y negó con la cabeza, poniéndose otra vez en marcha corredor abajo, pero Jarlaxle lo sujetó pro el hombro y volvió a empujarlo contra la pared. Su cara reflejaba tanta furia que la mano de Drizzt buscó instintivamente la empuñadura de la cimitarra.

-Jamás digas eso –le dijo Jarlaxle, lanzando saliva con cada palabra.

-¿Y a ti qué te importa? –inquirió Drizzt.

-¿No lo entiendes? –prosiguió el mercenario-. Yo te observaba…, todos te observábamos. Cada vez que una madre matrona, o cualquier otra hembra de Menzoberranzan estaba presente, pronunciábamos tu nombre con rencor, prometiendo vengar a Lloth y matarte. Pero cuando no estaban presentes, el nombre de Drizzt Do’Urden se pronunciaba con envidia, con respeto. No lo entiendes, ¿verdad? Tú ni siquiera reconoces cómo cambiaste las cosas para muchos de nosotros en Menzoberranzan.

-¿Cómo?¿Por qué?

-Porque tú fuiste el que escapó. No te estoy hablando de la ciudad, necio obstinado –replico Jarlaxle, bajando el tono de voz.

Otra vez Drizzt lo miró, perplejo.

-Estoy hablando del legado –explicó Jarlaxle, con voz aún más baja al oír que se aproximaban los demás-. Del destino.”

“Incluso antes de perder a mi amada y a mis queridos amigos, supe que no era una criatura que pudiera vivir en la calma o en una tregua. Sabía que mi naturaleza era la del guerrero También sabía que era más feliz cuando la aventura y la batalla me reclamaban, exigiéndome el uso de esas habilidades que había pasado toda mi vida perfeccionando. […] Me pregunto y temo saber, ¿hasta que punto interfiere en mi conciencia mi deseo de batalla, ese que guardo en el corazón? ¿Es ahora más fácil justificar el uso de mis espadas?

Ese es mi verdadero miedo, que esta furia que me invade se desate en toda su locura, de una manera explosiva, aleatoria y asesina.

¿Mi miedo?

¿O mi esperanza?


Próximamente

domingo, 9 de octubre de 2011

Mirando atrás y hacia delante: Japan Weekend

Hoy quiero copiaros un fragmento de lo que he escrito en mi diario, con fecha de ayer:

Costumbres.

Eventos. Hace años, los esperábamos con ansia: allí te reunías con amigos, colegas, incluso con aquellos que veías poco. Veías las tiendas, comprabas alguna cosilla, barata, aunque hubieras ahorrado y estabas esperando esto locamente. Te sentabas el domingo de mañana, para ver los cosplays, tal vez incluso llevabas uno propio, y comías de mala manera sentada en una esquinita o con un bote de rámen precalentado.

Camiones de recuerdos.

Todo ha cambiado. Han pasado los años y han cambiado los eventos, y nosotras. Pero la costumbre es la costumbre. Y aún hay ilusión, solo que es diferente.

Cerca de dos horas de cola para entrar. El lugar pequeño, como siempre, lleno de gente y de aire poco a poco enrarecido. Calor, demasiado calor. Demasiada gente. Demasiado caro: también, de hecho el precio se ha doblado.

Aunque pasen los años, seguimos yendo y aunque las cosas, todo, cambie. Siempre puedo mirar atrás y pensar: a pesar de todo un año más, fui. Y fue una gran experiencia.

Comencé a ir a estos eventos hace ya unos años, no muchos, desde luego, pero tampoco pocos. Desde dónde puedo recordar al principio no había mucha gente. Podías decir que habías visto a “los de siempre” y siempre te lo pasabas bien. Aun recuerdo la primera vez que me hicieron bailar al DDR, cosplayeada de Temari, los caramelitos japoneses, las entrevistas a discreción porque estábamos faltando a clase, los modelitos, peluches, figuritas, CD’s, mangas, posters, cosplays, ropa y siempre fotos. Muchas fotos.

Eran fechas marcadas en rojo en el calendario. Ahorrabas y las esperabas haciendo miles de planes, y organizando quedadas xD Me rio solo de recordarlo.

Pero un día, después de arrasar literalmente con las compras, nos pusimos a pensar y vimos que no era lo mismo. Que algo había cambiado. ¿Nosotras habíamos cambiado? ¿Los eventos eran diferentes? Tal vez, de no haber sido por el reclamo (ropaaaaa xD) no hubiéramos ido esta vez. Lo cual, dada nuestra economía, era lo más probable. Pero lo bonito es que hemos podido disfrutarlo otro año más, y ha sido sofocante, pero bonito, aburrido de hacer cola, pero entretenido mirar los modelitos, y apretado, pero ahora tenemos una nueva página en nuestros diarios. Una página que, con el pasar de los años, nos ha ido enseñando nuestra evolución y el paso del tiempo.

Adoro esta foto. Las manos de las tres, juntas.

Y adoro el que podamos mirar atrás y ver páginas llenas de historias bonitas. Protagonizadas por nosotras.

jueves, 6 de octubre de 2011

Enter Sandman by The Mini Band



Hoy sin tener mucha idea de lo que andaba viendo, bueno, vale sí, Metallica xD, he encontrado este video y sencillamente me han parecido geniales.

sábado, 1 de octubre de 2011

Instrucciones para cantar

Según Julio Cortázar


Empiece por romper los espejos de su casa, deje caer los brazos, mire vagamente la pared, olvídese. Cante una sola nota, escuche por dentro. Si oye (pero esto ocurrirá mucho después) algo como un paisaje sumido en el miedo, con hogueras entre las piedras, con siluetas semidesnudas en cuclillas, creo que estará bien encaminado, y lo mismo si oye un río por donde bajan barcas pintadas de amarillo y negro, si oye un sabor de pan un tacto de dedos, una sombra de caballo.

Después compre solfeos y un frac, y por favor no cante por la nariz y deje en paz a Schumann.