sábado, 16 de junio de 2012
Broken Sunday
lunes, 11 de junio de 2012
Luar na Lubre: Mar Maior
Apertura de puertas 20:00 h, comienzo 20:30 h
Duración: 3 horas
domingo, 3 de junio de 2012
La Casa por el Tejado
Cansancio.
Mis converse vuelven a tener los cordones negros.
El verano, que aún no ha llegado, ya empieza a hacerse notar. Ya he tenido esas malditas noches en las que te resulta casi imposible dormir. Esto, sumado a las pesadillas hace un cóctel genial. También llevo una semanita fina con los dolores de cabeza, de estos persistentes, que te molesta hasta la luz intensa y los ruidos fuertes. Mi madre dice que eso es porque me da mucho el sol. A mí me gustaría saber cómo me puede dar el sol sin salir de casa y con las persianas bajadas. Misterios de la humanidad.
E ir a una entrevista de trabajo con dolor de cabeza es algo que no le recomiendo a nadie. Pero realmente, para lo qué sirve….
Este es otro de los motivos por los que estoy harta esta semana. Nadie dijo que buscar trabajo sería fácil. Menos, en la actualidad, tal y como están las cosas. Pero me da mucha rabia pasar todas las preliminares para luego llegar a la entrevista cara a cara y que me digan que es que soy demasiado joven para el puesto. Y digo yo, ¿no podías haber mirado mi edad en ese curriculum que te he mandado? Sí, ese por el que me has mandado llamar.
Acepto que es que en persona pueda parecer algo más joven, pero desde luego, no tanto como para que sea ilegal que esté trabajando. Y es que las razones que me han estado dando… en fin. También pone mi experiencia en mi curriculum, no me llames para hacerme ir allí, entrevistarme, y luego decirme que tengo poca experiencia. Es que me parece absurdo. Eso no termino de entender cómo son las entrevistas de trabajo.
Y mi madre, para “consolarme”, cuando decide hablarme ya que está bastante cabreada conmigo, me ha dicho que es que, aunque me arregle, sigo teniendo una imagen infantil y unos rasgos y aniñados. El caso es que, debido a todo esto, fui el otro día a la peluquería determinada a matar mi rubio. Supongo que todos los que leéis el blog conocéis las aventuras de mi pelo y demás en general. Antes, tenía mis motivos para mantener mi color de pelo. Pero ahora eso ya da igual.
La peluquera, que ya me conoce, me tuvo un rato pensándomelo. Pensé en el negro, ya lo he probado y sé que me gusta cómo me queda. Pero la peluquera me recordó que el verano se acerca y a lo mejor el negro no era buena opción. Así que me he dado un castaño normal estándar. Es un tinte vegetal, de los que hace menos daño al pelo. Así que a ver si me va mejor de aquí en adelante.
Por otro lado, esta semana he estado hablando con mi primo bastante. Me ha contado que le han dado una Erasmus el año que viene, para estudiar en Roma. Me ha dicho que alquilará algo por allí, y que si las cosas me siguen yendo igual que me vaya para allá. Evidentemente, si no hay trabajo, no hay carrera el año que viene, así que no sabría qué hacer. Realmente la invitación me ha parecido un detallazo. Me ha dicho que, a lo mejor me viene bien un cambio de aires o buscar trabajo directamente en otro país. Él tiene intención de quedarse allí, lo cual me parece genial.
Anyway. Espero que esta semana se presente mejor. Por lo menos hay un concierto, y eso ya hace que parezca más movida para bien. Veremos.
domingo, 27 de mayo de 2012
El sabor de no quererte
Realmente he llegado la conclusión de que me cuesta muchísimo hacer unas cosas por mí misma y que otras cosas solo las hago por eso. Esto es raro, trataré de explicarlo mejor. Por ejemplo, la cocina. Me encanta cocinar, a pesar de que no se me da demasiado bien, todo hay que decirlo. Si tengo que preparar comida para otras personas, por ejemplo, que venga alguien a comer a casa, o algún postre para compartir o celebrar algo, me encanta ponerme manos a la masa. Puedo pasarme horas pensando y experimentando. No obstante, si estoy sola en casa y es la hora de comer, tengo que reunir mucha pero mucha fuerza de voluntad para ir a la cocina y hacer algo. Y nunca es nada elaborado: un par de piezas de fruta, cereales con leche, ramen instantáneo o comida de días anteriores.
También me gusta más peinar a los demás que peinarme a mí, maquillar a los demás antes que a mí y, no sé, saldría una lista demasiado larga.
Por otro lado, gran parte de lo que escribo, en la agenda y mis cuadernos actualmente considero que son única y exclusivamente para mí. Y es algo a lo que dedico bastante tiempo. Más que antes podría decir. También me gusta otorgarle significados propios a las cosas y actuar en consecuencia. Por ejemplo, hace años me encantaba llevar las uñas largas y muy cuidadas. Adoraba hasta la saciedad mi uñas largas y, para mí cortarlas, era como un símbolo de derrota. Consideraba que, si tenía que cortarlas todas porque una se me había roto es que no había sido capaz de mantener algo que me gustaba. O tal vez las cortaba cuando consideraba que no había sido lo suficientemente buena en algo. Ahora, las llevo siempre cortas.
Volviendo al tema principal, que me he desviado un poco. Mis sueños, en esencia no han cambiado, pero sí que lo han hecho muchos pequeños detalles. Supongo que eso es bueno, un cambio siempre indica movimiento, aunque aún no tengo claro hacia donde.
Todo últimamente es un cúmulo de circunstancias. Este año he notado un poco que mi vida se ha hecho más sedentaria, y mucho más últimamente. Durante la carrera no estaba quieta y, aunque no estuviera trabajando o lo que fuera, siempre salía y trataba al menos de andar y moverme un mínimo. Hace poco, me llevé un susto cuando me pesaron en la revisión médica. Sé que no estoy gorda, pero ver en la báscula esos números me hizo darme cuenta de que, si esto seguía así, iba a terminar en un agujero donde no quería estar. Vale que no estoy de por sí, contenta con mi cuerpo. Pero desde luego no estoy dispuesta a estarlo menos.
Poco después tuve que correr para coger un autobús, y terminé sin aliento, mareada, con dolor de cabeza y con las piernas ardiéndome. Tardé cerca de media hora en recuperarme de una pequeña carrera de doscientos metros a lo sumo. A esto, puedo sumarle las frases de la familia de ‘te ves más redondita’ ‘vaya, últimamente has ganado peso’ o ‘ya no eres tan delgadita como antes’ que me han aterrorizado. Me noto las piernas flácidas y los brazos y eso no me gusta nada. Me canso apenas con respirar y como guarrerías hasta hartarme mientras leo o veo series.
Conclusión me voy a poner a hacer ejercicio físico a la de ya mismo. He tenido suerte y he conseguido que Shion me acompañe a patinar con asiduidad. Incluso conseguí que se apuntara a patinar sobre hielo. Quería ir antes de que cerrasen por el final de la temporada. Eso sí los primeros días estaba muerta. Tenía muchas, pero muchas agujetas y me sentía fatal. Pero pasados los primeros días, ya no tengo agujetas y no me siento tan terriblemente cansada. De momento hemos patinado por el Retiro; aunque al primer día nos llovió hizo muy buena temperatura y la verdad es que estaba tremendamente agradable. El segundo no tuvimos tanta suerte e hizo un poco más de calor. Posteriormente decidimos conocer más sitios y probar el parque Juan Carlos I. Advertencia, si tenéis planeado ir allí a patinar: no lo hagáis. El asfalto es muy malo y no hay ni una sola sombra; además que son todo cuesta arriba y abajo, no me parece lo mejor para patinar. Así que no creo que volvamos por allá.
También he cogido mi monopatín, me he dado la hostia del siglo y lo he vuelto a guardar en el trastero. He ido al gimnasio y me he apuntado, además para el curso que viene he echado una solicitud de baile clásico y baile moderno. Además, mañana abren la piscina y ya me he hecho con lo necesario para ir a nadar. Y tengo pensado ponerme a buscar mi raqueta para ponerme a jugar al frontón, quieras que no, no necesitas compañero para ello.
En el ámbito alimenticio he puesto sobre aviso a mis padres y, aunque me niego a comer pescado, lo intentaré con las verduras y hortalizas, y trataré de tomar mucha más fruta. Por otro lado, fuera la coca~cola normal, bienvenida sea la zero, demás bebidas con burbujas fuera también. Me he comprado varias botellas de agua para beber mucha más agua y nada de picotear guarrerías o comer chocolate o golosinas.
Lo último que me he permitido ha sido un paquete de regalices mientras veía la finale de Fringe.
En otro orden de cosas, algo un poco más alegre. Al final he comprado la entrada para ir a ver a Luar na Lubre y voy a ir acompañada. Lo cual es más de lo que me esperaba. Llevo un tiempo queriendo ir a verles en directo y ya por fin tengo entradita, creo que es más de lo que podía pedir. Seguro que es un gran concierto. Además, tengo ganas de comprar merchandising, que hace mucho (desde Turisas) que no sumo nada a la lista.
Poco más, voy a terminar de leer ‘El Despertar de los Héroes’ para que haga un poco más de fresco en la calle antes de salir a hacer algo de ejercicio. Que desde mi ventana puedo ver el intenso sol y que los árboles no se mueven nada y la verdad es que no hace que tenga ganas de salir.
lunes, 14 de mayo de 2012
Nobodys home
Y así fue como terminé en el 12M-15M de este año. Cosa totalmente inesperada. Realmente tengo que confesar que, a pesar del tremendo calor, me lo pasé bastante bien. Aunque sí que es cierto que, en algunos aspectos, me dio qué pensar. Cuando hacíamos las quedadas, hablaba con todo el mundo y no tenía problemas aunque no los conociera de nada. Hoy en día me siento mucho más tímida y torpe que en aquel entonces hasta llegar al punto en el que no sé como lo hacía.
Aunque llegué a casa tarde traté de dormirme pronto porque al día siguiente tenía una guardia de 24 horas. Lo de dormirme pronto no funcionó muy bien, pero al menos me levanté y el café hizo efecto. Aunque por la mañana estuvimos más o menos tranquilitos, el resto del día fue totalmente estresante de no parar bajo ningún concepto. Además de los avisos normales, teníamos el 12M, la celebración del Madrid, la del Rayo, el universimad, el open de tenis…
viernes, 11 de mayo de 2012
The Fight
Si estáis leyendo esto sabéis que llevo un tiempo tratando de encontrar algún trabajo para poder sacar dinero este verano. Y también conocéis a mi padre, o al menos, un poco de su forma de ser.
Pues bien, ayer tenía una entrevista de trabajo. De los muchos curriculums que voy mandando, me habían respondido de una clínica de estética allá por el culo del mundo. No obstante, parecía una oferta relativamente buena, así que iba a ir a la entrevista con muchas expectativas. Pero antes de salir cometí mi primer error, y fue decirle a mi padre a dónde iba.
Normalmente no suelo hacerlo. No le hablo ni de las entrevistas ni de los trabajos y si puedo se lo oculto. Pero hoy me ha debido de pillar con las defensas bajas y se me ha escapado. A partir de ahí me he visto sometida al tercer grado: un interrogatorio con pelos y señales sobre cuestiones que ni yo misma me había planteado. Además, ya me marché dejándole cabreado, porque tuve que cortarle para irme ya que si no llegaría tarde. ¿Recordáis que el sitio estaba en el culo del mundo?
Una vez allí me entrevistaron e iba todo estupendamente. Tan estupendamente que ya me estaban sacando una copia del contrato para firmarlo. Pero, en ese momento me dijeron mi horario de trabajo. Que no es que el horario fuera malo, solamente incompatible conmigo. Nueve horas de jornada partida, de lunes a sábado, que me hacían salir a las nueve de la noche todos los días. ¿Problema? Que mis clases de música empiezan a las 8 y ya es el horario más tardío. Además, al estar en el culo del mundo tardaría cerca de hora y media en llegar a Arganda, que sí, está también en el culo dle mundo, pero en dirección opuesta, así que podría llegar a las 10.30. Y teniendo en cuenta que mi clase de solfeo termina a las 10 mala cosa.
En ese momento sencillamente no lo pensé demasiado. Fue un “si no puedo seguir estudiando, no me interesa”. Les dije que lo sentía mucho pero que el trabajo no era compatible con mis estudios. Además, me ofrecían un año de contrato inicial por lo que, aunque consiguiera hacer malabares para terminar el curso, no podría continuar el año que viene. Así que, no acepté.
De camino a casa, comencé a darle vueltas al asunto, más fríamente. Pero mi conclusión era la misma. Quiero un trabajo para tener dinero sí, pero quiero dinero para poder pagarme una escuela de música en condiciones para poder presentarme a la prueba de acceso el año que viene. Y con este trabajo, no podría seguir tomando clases. Es decir que el dinero “no me serviría para nada” y el trabajo en sí mismo, distaba algo de un trabajo al que quisiera dedicarme porque sí. Llegué a casa convencida de que había tomado una buena decisión.
Al llegar a casa, inevitablemente, mi padre me preguntó por la entrevista y le dije que no había conseguido el trabajo. Pensé que esto me salvaría del interrogatorio, pero no. Me fue preguntando, y yo, tonta de mí, le fui contestando hasta que él solo llegó a la conclusión de que no había cogido el trabajo por los horarios, porque quería seguir con la música. Y en vez de evitar el conflicto, sencillamente le dije que sí, que por eso había sido.
El resto, os lo podéis imaginar. Hemos vuelto a tener la eterna discusión “la música no tiene ningún futuro” y “has perdido una oportunidad de oro”. Creo que, sobre todo, lo que más me enfadó, nuevamente, es que pusiera el trabajo por encima de lo que de verdad quiero hacer. Quiero decir, el proponía “alternativas” con las que podría coger el trabajo. Todas, por supuesto, incluían dejar la música y dedicarme a tiempo completo al trabajo. Mientras, yo le decía que eso no eran alternativas porque dejar la música, otra vez, no era una alternativa. A lo que respondía que si la dejé una vez por los estudios, ahora podía hacerlo por el trabajo. Mi respuesta fue: “no quiero cometer los mismos errores dos veces”.
Era lógico que los dos teníamos puntos de vista distintos y que no nos íbamos a convencer de lo contrario. Por lo que la discusión podía seguir eternamente y yo no estaba por la labor. Así que se lo dije y me fui a dar una vuelta.
Sé que es lo de siempre y precisamente por eso estoy harta y me enfada tanto. Y me cabrea que no entiendan que me quiera preparar para el conservatorio y que quieran que no lo haga, me cabrea que traten de reordenar mis prioridades y sobre todo me cabrea el que piensen que “si hubiera estudiado una carrera de verdad, ahora tendría trabajo”.
Y eso es todo por hoy. Bueno, realmente por ayer, pero quería escribirlo hoy para ver las cosas un poco más fríamente y no en caliente tras la discusión.
lunes, 30 de abril de 2012
Bullet
Al principio, porque me centraba en otras cosas y lo dejé bastante abandonado. Y luego llegó un momento en el que, aunque tenía cosas que contar o decir, pensaba ¿para qué exactamente? Entonces decidí hacer algo que hago demasiado a menudo y es pensar en el pasado. Hace ya muchos años comencé un fotolog (oh que tiempos aquellos xD), en parte porque estaba de moda, en parte porque la idea me parecía buena, y en parte para compartir cosas con mis amigos.
El tiempo iba pasando y cada vez iba pensando menos en las fotos y más en la parte de la escritura. Y también, fui dejando de comentar y de fijarme en los comentarios para centrarme en lo que escribía y lo que quería decir. Esto no quiere decir que no me importasen y que pasase de leerlos. Pero esa ‘ilusión’ que tenías porque tu foto y tu escrito tuvieran un determinado número de comentarios comenzó a ser algo que realmente no importaba tanto.
Además, podría decirse que he tenido varios blogs a los largo de estos años. Los pasados los he ido borrado. En unos casos para romper totalmente con el pasado, con lo que venía haciendo, y en otros para representar un cambio que en efecto había tenido lugar en mi vida.
¿Y por qué los has borrado en vez de hacerte otro? Sencillo. Soy una persona que tiende a pensar en términos del pasado. Como los yayos cuando dicen que en tiempos de Franco se vivía mejor, solo que yo tiendo a pensar que cualquier tiempo pasado es mejor que lo que esté viviendo ahora. Por malo que haya sido. Mi mente lo transforma en algo que pueda echar de menos y que quiera recuperar. De esta forma, si tengo publicaciones antiguas, puedo pasarme horas releyéndolas y aumentando mi victimismo y melodrama. Así que mi solución hasta ahora fue borrarlas.
De cara hacia el futuro, sí, seguiré publicando. Aún no sé con qué frecuencia pero quiero hacerlo. Me gusta postear, aun cuando pienso que no tengo nada que decir (luego divago y resultan cosas como estas).
En parte, porque tengo mi agenda abandonadita desde hace un tiempo por no saber qué poner y me da pena que se pierda mí día a día. Además, el psiquiatra me recomendó que, si me gustaba escribir, escribiera las cosas. Y, aunque estoy lejos de ser una profesional, escribir es algo que me gusta. Y más si es sencillamente ir reflejando los hilos de pensamiento que hay por mi cabeza. Ver las cosas escritas me ayuda a afrontarlas y entenderlas mejor, me ayuda a pensar en ellas ordenadamente en lugar de ir saltando a las cosas que alimentan sentimientos negativos.
Y como razón final, bueno, durante mucho tiempo he estado haciendo cosas que creía que eran lo mejor porque agradarían a los demás. Es decir, que una de las motivaciones con más peso para mí era creer que algo era lo mejor porque creía que era lo que otra persona quería que hiciera. Y al final, terminaba creyendo que esas eran realmente mis razones y motivaciones propias, aunque luego, las culpas siempre las echaba a otros.
Así que esta vez me he preguntado a mí misma, ¿qué quiero hacer con mi blog? Quiero seguir publicando porque me gusta. Evidentemente, cuando escribes algo y lo publicas en internet es para que los demás lo lean, sí. Y también lo hago porque pienso que habrá gente que me lea. Pero ahí entra la libertad de cada uno de leer o no.
Así que sí. Esto es un poco lo que va a haber. Estáis avisados XD.