lunes, 2 de mayo de 2011

It's more than a wedding dress

Sé que ya es un poco tarde. Que voy ligeramente pasada de hora. Para cuando termine de escribir y dejar esto a mi gusto seguramente sea bastante pasado el día uno. Espero que no importe demasiado.

Días de colmados de sorpresas. Sorpresas, grandes eventos y grandes sonrisas. Preciosos vestidos, novias hermosas y grandes bailes. Como los de entonces. Y niños, siempre muchos niños y las risas de los niños. Ver a las personas felices, en mayor o menos medida, pero con los ojos brillantes.

Hay momentos en la vida de las personas que son especialmente importantes. Siempre hay fechas que recuerdas, momentos que perduran en tu memoria y gestos grabados a fuego tras tus párpados. Mirándolo así, ¿por qué no querrías vivirlos otra vez? A veces, basta un momento para olvidarse de toda una vida. Pero en otras ocasiones, ni toda la vida basta para hacerte olvidar un momento. Y son estos los que tenemos que atesorar. Los que, aunque no queramos, nos ponen una tonta sonrisa en el rostro, y hace que nuestros ojos brillen radiantes.

Con esto, aunque ahora tenga también otras cosas en mente, quería darles las felicidades, de nuevo, a la pareja. ¡Enhorabuena! Por el pasado y el futuro. Y las canciones del presente. Los momentos que vivís son únicos y eso es algo que hay que atesorar. Porque aunque la vida da muchas vueltas, y los caminos a veces se tuercen, hay casos en los que hay algo que siempre perdura: el amor. Y es algo tan bonito que hay que disfrutarlo siempre que se pueda.

Estaré esperando la próxima invitación.



Felicidades a los dos

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