lunes, 19 de diciembre de 2011

La Guerra de las Salamandras

Como muchos sabréis, sigo tratando de ampliar un poco mis horizontes de lecturas. Hace ya un par de semanas, más o menos, en una comida familiar, mencioné que quería leer algo nuevo, diferente. Tras la sarta de libros enteramente científicos que descarté, tocaron la ciencia ficción recomendándome la Guerra de las Salamandras. Y me lo pusieron tan bien que apenas pregunté de qué iba el libro.

Cuando llegué a casa, busque el libro y el argumento, y puse cara de sorpresa. ¿Salamandras literalmente? No obstante, pensé “bueno, es una recomendación, puedo comenzarlo y dejarlo si no me gusta.

La Guerra de las Salamandras fue escrito por un checo, Karel Čapek, allá por el año 1936. Su biografía me pareció realmente muy interesante asi que os recomiendo que, si estáis interesados o tenéis curiosidad, le echéis un vistazo.

Me ha llamado mucho la atención este dato de la wikipedia. “Una divertida tradición no escrita, popular entre sus lectores, es la de dejar, en el caso de visitar Praga, un robot de juguete en su tumba. Cerca del aniversario de la fecha de su muerte es habitual encontrar la tumba adornada con cientos de robots en miniatura.

El libro es muy cortito, y se lee bastante rápido, aunque lo he leído de forma muy discontinua. Está dividido en tres partes. La primera narra el descubrimiento de las salamandras por un capitán y como este comienza a tratar con ellas. Se da cuenta de que puede enseñarlas, y pueden aprender. Esta primera parte es como una novela de aventuras. Es de acción rápida, tintes fantásticos en algunos casos y te hace interesarte rápidamente por la historia. También aprovecha para describirte el mundo que concibe el autor. Me han sorprendido mucho las similitudes con la realidad actual, sobre todo teniendo en cuenta que el libro es de 1936.

Posteriormente comienzas la segunda parte. La dinámica cambia, ya no es narrado por un personaje, sino que son fragmentos discontinuos, de diversas fuentes. Cambia mucho la forma de narrar, ya que algunos son recortes de periódico, otros informes, y otros transcripciones de reuniones. Esta segunda parte es la que más pesada se me ha hecho. Al ser partes más inconexas me ha costado más relacionarla, sobre todo sin leerlo de forma constante, y al cambiar de texto a veces me desubico. Cierto es que podría haberle puesto más atención. No obstante, y aunque recuerde un poco a Drácula en la forma de narrarlo, me ha resultado muy curioso el cambio. Supongo que también es una forma de reflejar la cantidad de cambios que traen las salamandras y como va evolucionando la historia. Además aquí está gran parte de la crítica, con la que alguna que otra vez me he reído a carcajadas de lo surrealista y factible que me parecía todo.

La tercera parte narra el desenlace del libro, y como su propio nombre indica, la guerra de las salamandras. Vemos confrontados dos puntos de vista, el humano y el de las salamandras y como cada uno lucha por defender su punto de vida y su vida. Esta tercera parte me sorprendió gratamente, pues aunque era algo que se veía venir, la forma de contártelo es muy curiosa. Casi parece que lo estuviera viviendo, que estuvieras implicado. En cierto modo me recuerda a La Guerra de los Mundos. Destacando sobre todo, el último capítulo del libro, en el cual el autor discute consigo mismo el final del libro dejándolo algo abierto.

No puedo dejar de sorprenderme por lo actual que me parece el libro, los temas que toca de política, armamento, relaciones diplomáticas, ideologías, idiomas, diferencias culturales, de religión, la igualdad de derechos… Y todo además narrado con un tono irónico, crítico ya en su momento. Creo que, sin duda la intemporalidad del libro es de las cosas que más me han gustado de él.

También, creo que es un libro de reflexión. Un libro que lees pero que, aún terminada la lectura, tu mente se pone a filosofar sobre él. Comienza a hacerse las preguntas tipo “¿Y si…?”, y le das vueltas y más vueltas a la historia. Te das cuenta de que antes pensabas, “Joder, pero ¿salamandras? WTF” para pasar a un “Joder con los seres humanos. WTF.”

Os dejo algunas citas que me parece que reflejan bastante bien diferentes partes del libro:

"En Alemania se prohibieron las vivisecciones (a salamandras), aunque por supuesto, sólo a los científicos judíos."

"El erudito japonés doctor Onoshita, que se atrevió a citar el informe de una salamandra, fue condenado al ostracismo por la comunidad científica y se hizo el harakiri."

"Noche tras noche, arreglaba contaba sus recortes de periódicos, ante los ojos indulgentes de su señora, que sabía que todos los hombres son un poco locos o un poco niños."

"Solamente los grandes señores saben ser benévolos, y sólo los poderosos pueden hacer felices a otros sin que les cueste un céntimo."

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